El primer camión a Pucallpa



Fue en 1943 que el primer camión de transporte comercial llego a Pucallpa desde Lima. Aunque ese hecho ahora puede parecer intrascendente, constituyó entonces todo un acontecimiento histórico, y decidió a favor del Perú una apuesta internacional.

Si bien seis meses antes se había efectuado la primera comunicación terrestre entre Pucallpa y Lima, ese primer viaje exploratorio fue hecho en jeeps, con apoyo especial, y por ingenieros de la carretera y del Ministerio de Fomento.


Pero conviene recordar la realidad de esa época, toda nuestra Selva, dos terceras partes del territorio nacional, vivía aislada del resto del país, sin comunicación terrestre, excepto la trocha o camino de herradura, conocida como la “Vía del Pinchis”, por cuya ruta ahora se está construyendo una carretera como tramo de la Marginal de la Selva.

  El otro medio de comunicación era el aéreo, a cargo de la aviación militar, con pequeños aviones monomotores para 4 o 5 pasajeros y no más de 400 o 500 kilos de carga, que volaban de San Ramón a Pucallpa, y antes de Masisea, y hacían conexiones con hidro-aviones del mismo tipo y capacidad, que volaban a lo largo de los ríos Ucayali y Amazonas hasta Iquitos.

Por eso, Iquitos y todo Loreto miraban hacia Europa o hacia Brasil, donde era más fácil llegar utilizando los vapores de la Booth Line que hacían servicios a Liverpool, o los más pequeños de la Casa Israel que navegaban hasta Belén Do Pará.

Todo el abastecimiento provenía de ambas fuentes. Arroz, frejol y fariña de yuca de Brasil; y cerveza alemana, gingerale ingles, vino portugués, papas españolas, cangrejos rusos y frutas al jugo californianas.  

Algún abastecimiento provenía de la costa por medio de los 2 ó 3 buques de la Corporación Peruana de Vapores que anualmente unían Callao e Iquitos. Daban vuelta a Sudamérica por el canal de Panamá, navegaban por el Caribe y el Atlántico. Surcaban desde Belén los 3 000 km del cauce del Amazonas.

Pero vino la guerra mundial. El tráfico marítimo, sea con Londres, con Estados Unidos, o con la cosa del Perú, se cortó casi totalmente por bloqueo y los ataques de los submarinos alemanes. Loreto quedó liberado a su propia suerte, sin el abastecimiento que por siempre había venido recibiendo desde lejanas tierras. Por eso , la única salvación estaba en la terminación de la Carretera Huánuco – Pucallpa, en cuyos trabajos partícipe desde que salí de la antigua Escuela de Ingenieros y a la que dieron todo su apoyo los presidentes Benavides y Prado.

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